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Ciclo de vida del abejorro

Ciclo de vida

DESCRIPCIÓN DE BOMBUS

Los abejorros (género Bombus) son himenópteros de la familia Apidae. Son insectos robustos, con el cuerpo recubierto de un vello sedoso cuyo color varía según las especies, pudiendo ser totalmente negros, o estar atravesados por bandas amarillas, blancas, naranjas o rojizas. Tienen una cabeza pequeña y estrecha, con una lengua corta y unas antenas con función táctil y olfativa. Poseen un tórax muy corto, en el que se insertan dos pares de alas membranosas, y tres pares de patas. En el tercer par de patas tienen una concavidad donde van acumulando el polen que recogen para transportarlo al nido. Las hembras (reinas y obreras), tienen un aguijón retráctil al final del abdomen que utilizan como arma de defensa. Los machos no tienen aguijón, por lo que no pueden picar.

Los abejorros son eusociales, es decir, su comportamiento se caracteriza por la diferenciación de los individuos en castas, la cooperación en el cuidado de la cría, y el solapamiento de generaciones. En los insectos eusociales las castas se pueden diferenciar morfológicamente:

  • La reina, hembra de mayor tamaño y longevidad, dedicada exclusivamente a poner huevos.
  • Las obreras son hembras estériles hijas de la reina y más pequeñas que ella, realizan los trabajos de construcción y mantenimiento del nido, aprovisionamiento de recursos, así como el cuidado de la descendencia.
  • Los machos, cuya única función es la fecundación de la reina mediante el denominado vuelo nupcial, tras el cual mueren.

CICLO DE VIDA DEL ABEJORRO

El ciclo comienza en la primavera, cuando el aumento de las temperaturas despierta a la reina que ha hibernado sola durante el invierno, oculta bajo tierra.

Tras emerger, la reina comienza a alimentarse y comienza a buscar un sitio adecuado para construir su nido, normalmente en agujeros en el suelo, madrigueras de roedores abandonadas o huecos en árboles. Una vez elegido el nido, comienza a recolectar polen y néctar de las flores cercanas, y los almacena en el nido. Cuando tiene suficientes reservas, hace un montículo de polen y cera, segregada por algunas de sus glándulas, y en él realiza la puesta de sus primeros huevos.

Unos días después, emergen pequeñas larvas blanquecinas, que se alimentan del polen y néctar recolectado por la reina. Después de unas semanas estas larvas hacen un capullo en el que se transformarán en adultos. Cuando emergen estos primeros adultos, todos hembras (obreras), éstas comenzarán a realizar todas las tareas fuera y dentro del nido: recolección de néctar y polen, protección y limpieza del nido…

A partir de este momento, la reina permanecerá en el interior del nido, dedicada exclusivamente a poner huevos. En las semanas siguientes emergerán decenas de obreras, y poco después el crecimiento de la población será exponencial, pudiendo alcanzar varias centenas. Antes de la llegada de la estación fría, la reina comienza a poner algunos huevos no fertilizados que dan lugar a machos, mientras que otros huevos fertilizados que reciben más alimentación serán hembras fértiles, es decir, las futuras reinas.

Normalmente los machos dejan el nido primero, y pasan su tiempo alimentándose de néctar y compitiendo con otros machos por aparearse. Poco después las hembras también dejan el nido para aparearse con los machos en el denominado vuelo nupcial. Posteriormente, las hembras fecundadas se alimentan de grandes cantidades de polen y néctar, para tener suficientes reservas para sobrevivir a la hibernación, y buscan un lugar bajo tierra donde pasar el invierno. Estas reinas jóvenes fecundadas son las únicas que sobreviven a la estación fría, y emergerán en la siguiente primavera para fundar una nueva colonia. En cambio, la reina vieja, los machos y todas las obreras de la colonia mueren al llegar el invierno.