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Agrobío prepara el salto del control biológico de plagas al cultivo de tomate al aire libre

Agrobío prepara el salto del control biológico al tomate al aire libre
EL IDEAL – 1 de Agosto de 2014

Los primeros ensayos realizados por la empresa en fincas de Extremadura establecen la viabilidad de la implantación de la técnica a campo abierto.

Estar preparados para dar el salto a la implantación del control biológico en cultivos hortofrutícolas que se desarrollan en invernadero fue clave para lograr en un tiempo récord pasar de 500 hectáreas a más de 26.000, solo en la provincia de Almería. Ahora, una empresa almeriense como es Agrobío trabaja intensamente en llevar está técnica, para mantener a raya a las plagas, también a cultivos que se encuentran al aire libre. Para ello, ha comenzado a trabajar con el protocolo que requiere la plantación de tomate, y después de dos años de constancia de sus técnicos e investigadores, esta misma campaña ha llevado a campo su primer ensayo, con unos resultados hasta la fecha que, según aseguró José Antonio Santorromán, gerente de Agrobío, y el técnico de la empresa responsable en la implementación del ensayo, Sergio Sánchez, «la implantación del control biológico en explotaciones al aire libre en cultivo de tomate es viable».

La puesta en marcha en campo se está desarrollando en 12 hectáreas de cultivo de tomate a campo abierto en Extremadura, en la provincia de Badajoz, concretamente en las fincas propiedad de la empresa Aldea del Conde. Se trata de un punto de partida vista la evolución de las plantaciones con la aplicación de las técnicas de control biológico. El ensayo, comentó Santorromán, «ha convencido a la industria que trabaja con este tipo de tomate, dirigido a conservas y otro tipo de elaborados». Y es que, en relación a las explotaciones de esta misma empresa en la que se llevan a cabo tratamientos convencionales, Sergio Sánchez, técnico que cubre el seguimiento del ensayo, determina que «los resultados están siendo incluso mejores, por varios motivos: todo indica que aumenta la producción, variable que se definirá una vez se recolecte todo el fruto, a la vez que su calidad es mayor; y al ser a campo abierto, durante el desarrollo del cultivo observamos la atracción de más población de fauna auxiliar, lo que facilita el control de las plagas». Se trata por tanto, de una línea nueva que puede abarcar y que, sin duda, cuenta en el territorio nacional con un gran número de hectáreas en las que se cultiva tomate en explotaciones al descubierto.

Existen diferencias en el protocolo a seguir, sobre todo en formatos utilizados y diferentes técnicas. Sin embargo, comentó Sánchez, «sigue el proceso que se utiliza en invernadero y las primeras sueltas de Nesidiocoris tenuis se realizaron en el semillero, concretamente, Almeriplant». Tras el trasplante, «las primeras crías del insecto auxiliar aparecieron a los diez días, lo que fue positivo». Las sueltas de Nesidiocoris tenuis estuvieron complementadas, en menor medida, con la presencia de otro insecto que comercializa Agrobío, como es Trichogramma achaeae. En cuanto a la necesidad de utilizar fitosanitarios compatibles, Sergio Sánchez afirmó que «solo se tuvo que dar un pase con un producto idóneo para el control de oruga».

Precisamente el hecho de que la aplicación de fungicidas y herbicidas sea mínima es una ventaja a la hora de evaluar los costes. Y es que, «en otras fincas en las que se mantiene el cultivo convencional se han practicado en el mismo periodo hasta seis tratamientos foliares y también a través de riego».

En definitiva, detalló el técnico de Agrobío, «las ventajas son numerosas puesto que la planta al tener que soportar menos tratamientos fitosanitarios se desarrolla más vigorosa y se prolonga su vivacidad. Además, se nota en la producción, con más cantidad y un fruto más sano». Sobre el manejo del control biológico en este tipo de fincas, Sánchez apenas advierte diferencia en cuanto a complejidad. «Es muy sencillo», aseguró.

Ahora se inicia la etapa de recolección del tomate y «una vez finalice nos sentaremos a analizar detalladamente todas y cada una de las variables, con el objetivo de mejorar de cara al futuro».

En Agrobío se muestran satisfechos por plasmar en campo el trabajo que iniciaron hace dos años. Por ello, comentó Santorromán, «estamos muy agradecidos a Aldea del Conde por darnos la oportunidad de demostrar que se puede hacer control biológico de plagas en cultivos de tomate al aire libre, algo de lo que teníamos convencimiento». Para el año que viene, comentó el gerente de Agrobío, « nos gustaría que fuese una faceta más del trabajo que realizamos y para el futuro un nuevo horizonte». Y es que, el control biológico, abre una ventana a una forma de cultivar al aire libre a través de un producto como tomate, pero abierto a más plantaciones.

 

Fuente: JOSÉ ESTEBAN RUIZ / EL IDEAL / ALMERÍA

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