Esta primavera el control biológico se ha incrementado en melón y sandía con muy buen control de las plagas. Aunque el cultivo en el que más sueltas de enemigos naturales se ha realizado durante estos meses es en pepino de ciclo corto.
La superficie de pepino que emplea estrategias de control biológico crece cada año. Y los productores, tanto de ciclo corto como largo, consolidan el uso de la estrategia desarrollada por Agrobío que consiste en la utilización de A. swirskiioT. montdorensis y Orius para controlar el trips en invierno desde el comienzo y así evitar deformaciones en los frutos, que los deprecian comercialmente.
El control biológico en pepino crece. Cada campaña está siendo un éxito y los productores que quieren conseguir la confianza de los mercados más exigentes apuestan por la utilización de A. swirskii y presa de Agrobío para combatir trips en pepino, también mosca blanca y araña roja. Además, no solo confirman una mejora en la calidad, sino que el control biológico resulta económico y rentable: la planta se mantiene sana, es más productiva y la pérdida por fruto torcido se reduce. Para Agrobío la incorporación de nuevas tecnologías al campo es la clave para que el control biológico siga siendo un referente de modelo productivo.
Partiendo del imprescindible esfuerzo en I+D que exige el control biológico, Agrobío ha consolidado este concepto en el cultivo de pepino de ciclo largo.
Agrobío ha diseñado un protocolo para consolidar el control biológico en este cultivo y que incluye dos formulaciones para alimentar al A. swirskii y al T. montdorensis, Powermite y Powerfood, respectivamente.
Agrobío sigue avanzando para consolidar el control biológico en pepino y lo hace gracias a la alimentación con presa directamente en planta, una técnica desarrollada por la empresa que, tras cuatro años de experiencia en fincas, ha demostrado que “es posible el control eficaz de trips” en este cultivo.
En cultivos como el pimiento, esta tecnología se ha utilizado como estrategia preventiva, adelantándose a la aparición de las primeras flores.
La alimentación de ácaros depredadores con ácaros presa directamente en la planta, una tecnología desarrollada y puesta en marcha por Agrobío, ha supuesto un éxito y un avance para el control biológico de plagas, sobre todo de mosca blanca, trips y araña roja. Según explicaron desde la empresa de control biológico almeriense, “la incorporación de una fuente de alimento suplementaria ha facilitado el establecimiento de ácaros depredadores como el A. swirskii, el T. montdorensis o el A. andersoni, preparándolos frente a un aumento de presión de la plaga”. Tras los primeros buenos resultados en cultivos de pepino, en esta campaña, esta tecnología también se ha aplicado en pimiento como estrategia preventiva donde la suelta de ácaros depredadores se ha adelantado a la aparición de las primeras flores. Los resultados, en este caso, han sido igualmente positivos.